jueves, 4 de marzo de 2010

Mi Primer coche (2ª parte)


Compré el coche un miércoles por la mañana y estaba ansioso por conducirlo, pero el vendedor me dijo que se necesitarían una cuantas horas para ponerlo a punto, y que me lo entregarían por la tarde.

Le dije--tengo función esta tarde.

Se lo llevaré al teatro Sr. – me dijo--.

Mi escena principal en el espectáculo tenía lugar en el segundo acto, en el cual interpretaba el papel de Napoleón Bonaparte, todos decían que estaba fantástico.

Mi vestido consistía en un uniforme de general francés, una espada, unas botas, un sombrero de tres picos y un bigote ancho y exagerado que llevaba pintado en mi labio superior. La verdad no me parecía demasiado al Napoleón original, pero tenemos que recordar que allí estaba para hacer reír y, quién sabe, quizás el Napoleón auténtico no habría tenido un final tan desgraciado si hubiera hecho lo mismo.

La escena de Napoleón tenía lugar poco después del entreacto que duraba unos quince minutos y, el vendedor me entregó el coche precisamente cuando empezaba el entreacto.

Yo iba vestido con toda la indumentaria de Napoleón.

El vendedor me dijo: --Aquí están las llaves y que Dios le bendiga...De una vuelta a la manzana, amigo mío. Creerá que va en un Rolls.

El coche era negro resplandeciente y, tenía un aspecto maravilloso. Dado que el entreacto acababa de empezar, sabía que tenía tiempo de dar una vuelta a la manzana.

No se necesitaban más que dos o tres minutos. La calle Villarroel es una calle de mucha circulación ya que va de Norte a Sur, y cerca del Teatro, esta el Hospital Clínico muy solicitado, en cuya entrada se organizan muchos atascos de coches y personal.

Salí, y al doblar la esquina, me quede bloqueado por un autobús, delante del cual había una hilera de autobuses…Además, detrás de mí se había colocado ahora otro autobús, detrás del cual había una hilera interminable de los mismos vehículos de transporte público, y junto a ellos había camiones, coches y taxis: Era un atasco enorme de toda clase de vehículos,No se movía nadie…La única cosa que se movía eran las agujas del reloj de coche, diciéndome que era ya la hora de interpretar el papel de Napoleón.

¿Que podía hacer? No tenía aún la licencia del coche.

Si lo dejaba allí, indudablemente alguien lo robaría. Si me quedaba sentado en el coche, me perdería la escena del Napoleón.

Un guardia vio cómo yo salía del Audi. Probablemente pensó: He aquí un nuevo sistema de robar coches...Disfrazarse de un modo alocado para que la policía crea que se trata de anunciar algo.

Los dos empezamos a correr, pero el tenía ventaja sobre mí.Yo llevaba unas botas enormes y llenas de barro y, a media manzana una de ellas salió volando.

Debió ser un espectáculo fuera de lo normal: un policía de Barcelona persiguiendo a Napoleón a lo largo de la calle Villarroel.

Gritando como un loco me decía:
¿No sabe usted que va contra la ley dejar un coche en medio de la calle? pero gritando fuerte, y la gente mirando pasmada.

¿Y a dónde diablos va con este disfraz tan estrambótico?

Le explique quien era y lo sucedido, rápidamente me devolvió la bota perdida, y luego me acompaño al teatro, corriendo a toda prisa. Llegué en el preciso momento que tenía que salir a escena. Aquella tarde conseguí interpretar la escena…Sin embargo, aunque josefina era guapísima, me tenía sin cuidado y me importaba un bledo.

No podía pensar en otra cosa que en mi Audi nuevo de trinca, sin licencia, sin conductor y, lo que era peor todavía, sin asegurar.

Cuando pude abandonar la escena y lo expliqué salí rápido, el atasco ya había desaparecido...¡¡¡también mi coche!!!.

Al cabo de cuatro semanas, la policía lo encontró en la afueras de Barcelona, cerca del cementerio de Collcerola.

Con bastante sorpresa por mi parte, no había pasado gran cosa por el hecho de
haber sido robado, pero me quedé sin coche nuevo, el cuenta kilómetros marcaba cuatro mil seiscientos veinticinco y los asientos estaban llenos de manchas de tinta.

A pesar de que me fue infiel durante cuatro mil seiscientos veinticinco Km., amaba aquél Audi como si fuera algo vivo. Lo traté siempre con gran cariño y nunca lo hice correr más de treinta Km. al día. Tenía miedo de que pudiera cansarse y, además, no existía ninguna razón para que recorriera una distancia superior.

Pues ya tenía novia y las expediciones de carácter amoroso resultaban innecesarias.

Mi recorrido rutinario con el coche era el siguiente: Alella se encontraba a dieciséis kilómetros de mi apartamento amueblado. Después del desayuno me marchaba a Alella,buscaba un lugar que estuviera a la sombra y me ponía a sacar brillo al coche hasta que me dolía la espalda…Luego quitaba el polvo del interior y limpiaba los cristales.

Hecho esto, llevaba de nuevo el coche al garaje y me iba a dar un paseo…los días lluviosos dejaba el coche en el garaje.

Recorría pues, muy pocos kilómetros con el Audi, pero todos mis amigos estaban de acuerdo en afirmar que yo tenía el coche más limpio y más resplandeciente que había en toda Barcelona.

Doy por terminada esta pequeña anécdota de mi primer Automóvil.

Y la culpa de que sea tan larga es de MARIOLA

No le gusta que nadie la deje a medias tintas

6 comentarios:

Mariola (es q no estoy en casa) dijo...

David, no puedo leerte entero ahora, estoy muuuy liá con "cosas" este finde, pero el domingo te leo más despacito, vale??

Besito (muy grande)
PD. Me ha encantaoooooo!!

Mariola dijo...

Bueno, ya estoy en casa, y te he leído enterito!!

¿Esa historia no te ha pasado a ti, verdad? jajaja no lo creooo!!
Es tan rocambolesca...

Pero, cómo te atreves a culparme a mí de que sea tan largaaaaaa!!!! :D
Bicharracooooo!!! ;)

Besito pal bichito!!

Anónimo dijo...

jajaja, que buenisima histori,a de esas que de tan bizarras, son irremediablemente reales!.


El trafico es igual en todos lados entonces... mas porque cuando tienes algo que hacer siempre se atraviesan todos los imprudentes y demas. Algo muy similar me paso cuando tenia que presentar mi examen profesional de la universidad, hubo manifestacion y yo no llegaba!... fue horrible, pero sali y fue lo importante, pero que desesperacion.


tenia rato que no pasaba a verte, me disculpo pero andaba de vacaciones y pues apenas vengo de regreso despues de unas semanas, pero con mucho gusto paso a leerte.
veo que cambiaste tu imagen de perfil... la caricatura estaba padre, y este tambien me gusta =0)


te dejo un abrazo fuerte!

Carlos dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
David dijo...

Mariola

Tenias que ver aquel atasco que me atasco...Tu tambien habras tenido atacos algun día ¿verdad?

Besos y no me aprietes en mis relatos que se hacen largísimos

David dijo...

Sonia

Yo pense que estabas enferma, u ocupada con algo que no dejaba que tu mente tubiese un momento de descanso para que nos visitaras un segundo

Llegaste al fin y es lo que importaba...mil besos