viernes, 19 de marzo de 2010

Una crisis que no saben como controlar

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Sobreviviremos, pero nada más. El futuro será un inhóspito y vacio cero. Nadie importante vendrá a vernos porque no permitiremos que nadie sepa donde estaremos.

Estaremos tan avergonzados que no se lo diremos ni a nuestros parientes mas cercanos. Mejor que crean que hemos desaparecido de este planeta y que estamos vagando por otro haciendo fortuna.

¡¡Aguantaremos, aguantaremos!! Ese será el grito de animo de los que quedemos después del desastre…¡¡Ya encontraremos un nuevo camino!!

En consecuencia, que será la hora de buscar nuevos lugares para monta la empresas que sean necesarias para sobrevivir

Este viernes estoy pensado que a nuestro EQUIPO habría que cambiarle el portero, o no ganaremos nuca un partido

Que tengáis un buen finde

jueves, 4 de marzo de 2010

Mi Primer coche (2ª parte)

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Compré el coche un miércoles por la mañana y estaba ansioso por conducirlo, pero el vendedor me dijo que se necesitarían una cuantas horas para ponerlo a punto, y que me lo entregarían por la tarde.

Le dije--tengo función esta tarde.

Se lo llevaré al teatro Sr. – me dijo--.

Mi escena principal en el espectáculo tenía lugar en el segundo acto, en el cual interpretaba el papel de Napoleón Bonaparte, todos decían que estaba fantástico.

Mi vestido consistía en un uniforme de general francés, una espada, unas botas, un sombrero de tres picos y un bigote ancho y exagerado que llevaba pintado en mi labio superior. La verdad no me parecía demasiado al Napoleón original, pero tenemos que recordar que allí estaba para hacer reír y, quién sabe, quizás el Napoleón auténtico no habría tenido un final tan desgraciado si hubiera hecho lo mismo.

La escena de Napoleón tenía lugar poco después del entreacto que duraba unos quince minutos y, el vendedor me entregó el coche precisamente cuando empezaba el entreacto.

Yo iba vestido con toda la indumentaria de Napoleón.

El vendedor me dijo: --Aquí están las llaves y que Dios le bendiga...De una vuelta a la manzana, amigo mío. Creerá que va en un Rolls.

El coche era negro resplandeciente y, tenía un aspecto maravilloso. Dado que el entreacto acababa de empezar, sabía que tenía tiempo de dar una vuelta a la manzana.

No se necesitaban más que dos o tres minutos. La calle Villarroel es una calle de mucha circulación ya que va de Norte a Sur, y cerca del Teatro, esta el Hospital Clínico muy solicitado, en cuya entrada se organizan muchos atascos de coches y personal.

Salí, y al doblar la esquina, me quede bloqueado por un autobús, delante del cual había una hilera de autobuses…Además, detrás de mí se había colocado ahora otro autobús, detrás del cual había una hilera interminable de los mismos vehículos de transporte público, y junto a ellos había camiones, coches y taxis: Era un atasco enorme de toda clase de vehículos,No se movía nadie…La única cosa que se movía eran las agujas del reloj de coche, diciéndome que era ya la hora de interpretar el papel de Napoleón.

¿Que podía hacer? No tenía aún la licencia del coche.

Si lo dejaba allí, indudablemente alguien lo robaría. Si me quedaba sentado en el coche, me perdería la escena del Napoleón.

Un guardia vio cómo yo salía del Audi. Probablemente pensó: He aquí un nuevo sistema de robar coches...Disfrazarse de un modo alocado para que la policía crea que se trata de anunciar algo.

Los dos empezamos a correr, pero el tenía ventaja sobre mí.Yo llevaba unas botas enormes y llenas de barro y, a media manzana una de ellas salió volando.

Debió ser un espectáculo fuera de lo normal: un policía de Barcelona persiguiendo a Napoleón a lo largo de la calle Villarroel.

Gritando como un loco me decía:
¿No sabe usted que va contra la ley dejar un coche en medio de la calle? pero gritando fuerte, y la gente mirando pasmada.

¿Y a dónde diablos va con este disfraz tan estrambótico?

Le explique quien era y lo sucedido, rápidamente me devolvió la bota perdida, y luego me acompaño al teatro, corriendo a toda prisa. Llegué en el preciso momento que tenía que salir a escena. Aquella tarde conseguí interpretar la escena…Sin embargo, aunque josefina era guapísima, me tenía sin cuidado y me importaba un bledo.

No podía pensar en otra cosa que en mi Audi nuevo de trinca, sin licencia, sin conductor y, lo que era peor todavía, sin asegurar.

Cuando pude abandonar la escena y lo expliqué salí rápido, el atasco ya había desaparecido...¡¡¡también mi coche!!!.

Al cabo de cuatro semanas, la policía lo encontró en la afueras de Barcelona, cerca del cementerio de Collcerola.

Con bastante sorpresa por mi parte, no había pasado gran cosa por el hecho de
haber sido robado, pero me quedé sin coche nuevo, el cuenta kilómetros marcaba cuatro mil seiscientos veinticinco y los asientos estaban llenos de manchas de tinta.

A pesar de que me fue infiel durante cuatro mil seiscientos veinticinco Km., amaba aquél Audi como si fuera algo vivo. Lo traté siempre con gran cariño y nunca lo hice correr más de treinta Km. al día. Tenía miedo de que pudiera cansarse y, además, no existía ninguna razón para que recorriera una distancia superior.

Pues ya tenía novia y las expediciones de carácter amoroso resultaban innecesarias.

Mi recorrido rutinario con el coche era el siguiente: Alella se encontraba a dieciséis kilómetros de mi apartamento amueblado. Después del desayuno me marchaba a Alella,buscaba un lugar que estuviera a la sombra y me ponía a sacar brillo al coche hasta que me dolía la espalda…Luego quitaba el polvo del interior y limpiaba los cristales.

Hecho esto, llevaba de nuevo el coche al garaje y me iba a dar un paseo…los días lluviosos dejaba el coche en el garaje.

Recorría pues, muy pocos kilómetros con el Audi, pero todos mis amigos estaban de acuerdo en afirmar que yo tenía el coche más limpio y más resplandeciente que había en toda Barcelona.

Doy por terminada esta pequeña anécdota de mi primer Automóvil.

Y la culpa de que sea tan larga es de MARIOLA

No le gusta que nadie la deje a medias tintas

martes, 2 de marzo de 2010

Mi primer coche

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Para conseguir la pasta para mí primer coche hice de todo, pero, lo que me produjo mas beneficios fue la pura casualidad del azar. Intentábamos formar un grupo de teatro mas o menos musical, y así pasar algunos ratos distraídos haciendo cosas que ocuparan nuestras horas libres


Todo empezó hace unos pocos de años…Éramos un grupo de amigos que intentábamos crear una compañía teatral. Y nos dieron la oportunidad de actuar en un pequeño teatro, en el cual se hacían muchas obras de futuros posibles talentos.

Actuábamos por las tardes en Barcelona, en un teatro de la calle Villarroel…hacíamos un espectáculo que por cierta razón nunca lo comprendí, y que sigo sin comprenderlo ahora, se llamaba: Te diré quien es ella.

Estuvimos actuando allí todo el otoño, y tuvimos un gran éxito. Llegué a cobrar trescientos sesenta y cinco euros por semana, cosa que era un dineral por lo novatos que éramos.

Tras una cuantas semanas de cuidadosas indagaciones por las tiendas de automóviles, me fijé en un Audi con ruedas de radios y un reposa vasos en el tablier.

A los pocos día fui a por el…

Seguiré el próximo día para no cansaros con tanta historia